consejos express para la prevención de los Trastornos Alimentarios
23/10/2015 | Georgina Barceló
Los trastornos relacionados con la alimentación, se han convertido por desgracia, en una lacra de nuestra sociedad. Un problema de salud pública tanto por la gravedad de las patologías como por la alarma social que se ha generado. Sin embargo, aproximadamente un 70% de la gente que padece un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) se recupera, pero para ello hay que recibir una ayuda especializada y rápida.
Entendemos los TCA como una grave alteración en las pautas alimentarias, que van acompañadas de problemas físicos y dificultades en los funcionamiento psicológico y social de la persona. Los trastornos más comunes son las tan famosas anorexia y bulimia nerviosa, que suponen un gran impacto en la sociedad actual.
Son muchas las evidencias que explican que no hay una única causa que las origine, sino que tienen un origen multicausal, donde los factores de riesgo familiares, tienen una elevada importancia (junto con las sociales, culturales, educativos y psicológicos). Es por esta razón que el abordaje no se puede hacer únicamente desde la vertiente sanitaria, sino que nos encontramos ante un problema social y cultural que requiere un abordaje desde los diferentes sectores y agentes sociales implicados.
Son, por todas estas razones, que desde Psico2 queremos centrarnos en el hecho de que desde casa hay que trabajar las actitudes negativas que pueden surgir de la relación entre la imagen corporal y el peso, así como proporcionarles buenos hábitos alimentarios y que desarrollen una actitud crítica a los ideales de belleza imposible.
Pero para hacer una buena prevención, hay que tener en cuenta, también, que existen personas que se consideran de más de riesgo, teniendo en cuenta la edad (adolescentes, inmersos en una serie de cambios psicofísicos y con una personalidad aún poco definida), el sexo (mujer) y las actividades de ocio o profesiones (gimnastas, modelos, bailarinas, deportistas de élite …)
Por todo ello, las pautas de prevención que podemos llevar a cabo son:
1. Durante las comidas: Se necesitan buenos hábitos, pero sin normas rígidas alrededor de la comida, como pueden ser las dietas restrictivas. Las comidas deberían ser con familia, más que comer solos, disfrutando como un espacio de convivencia.
2. Evitar la crítica continuada: el elogio y la confianza ayuda a adquirir una imagen positiva de uno mismo. Hay que evitar por encima de todo, comentarios despectivos sobre su peso e imagen corporal.
3. Enseñar con el ejemplo: No conseguiremos una actitud positiva en verso de la comida si nosotros tampoco la tenemos.
4. Transmitir concepto de belleza basado en la salud y no con la estética.
5. Potenciar el espíritu crítico: frente a los estereotipos culturales y los modelos que nos propone el mundo de la publicidad y la moda.
6. Facilitar la expresión y la exteriorización de los sentimientos: a través de una buena comunicación entre padres e hijos, creando un clima de confianza.
7. Tener información: De lo que son los Trastornos de la Conducta Alimentaria, de las señales de alarma y establecer un cierto control de las actitudes de nuestros hijos que nos ayuden a extraer información útil.
8. Si aparece alguna señal de alarma, no ignorarla: Es necesario la ayuda de un especialista. Una atención temprana es clave para evitar problemas muy graves de salud física y psicológica.
Equipo Psico2