Dar valor a las niñas y a los niños, reforzar su autoestima
04/12/2015 | Georgina Barceló
¿Podemos los padres y madres influir negativamente o positivamente en la autoestima de nuestros hijos? Aunque casi todos damos por hecho que la respuesta es la de un «sí», muchas veces nos cuesta tener claro la influencia que tenemos en la construcción de la misma. La autoestima se entiende como un sentimiento que surge de la imagen que tenemos de nosotros mismos. Cada éxito o fracaso, o cada una de nuestras vivencias van formando esta imagen y no es fácil cambiarla, ni desde dentro (desde la propia persona) ni desde fuera (a través de los otros).
La autoestima no es estática, va cambiando según el momento vital en que estamos. Sin embargo, sí que existe una tendencia a percibirnos y valorarnos de una determinada forma. Y es esto lo que nos lleva a tener una buena o baja autoestima. La importancia de tener una buena autoestima, recae en que es clave para el desarrollo y mantenimiento del bienestar físico, mental y social, y por tanto, influye en el desarrollo de la personalidad y la capacidad de lograr éxitos.
La visión positiva o negativa que cada persona tiene de sí misma es producto de muchos factores, que los podemos llamar «los pilares fundamentales de la autoestima», y éstas son:
- Las relaciones positivas.
- Sentirse capaz.
- Las metas y los valores.
- Sentirse buena persona.
- La Alegría vital, las ganas de vivir.
Tener buenas experiencias en estos pilares, proporciona motivos para desarrollar una buena autoestima, y es por eso que como padres podemos ayudar en la construcción de la misma.
¿Cómo? Hay que tener en cuenta que los primeros años de vida, el afecto de los padres es única y fundamental, y que no es hasta la entrada a la escuela, que aparecen otras personas que serán importantes en su vida: compañeros, profesores, amigos, etc. Por lo tanto, desde casa hay que llevar a cabo diferentes actitudes que ayudaran a vivir buenas experiencias, como son las de:
1. Mejorar la capacidad de comunicación de los niños y la nuestra: la capacidad para comunicarnos facilita las relaciones positivas.
2.Crear proyectos comunes, crea el sentimiento de «nosotros» como familia.
3.Percibir nuestro hijo como único.
4.Ser comprensivos ante los errores de los demás, trabajas el concepto de tolerancia (con él mismo y con los demás).
5.Divertirse con los hijos.
6.Animar a esforzarse: sólo después de haber superado un reto importante y difícil se experimenta la sensación especial de sentirse competente con algo.
7.Recordar lo que sí que saben hacer, y reconoce a ellos los méritos.
8.Impulsar el pensamiento a encontrar soluciones a sus problemas. No decirles cómo hacerlo, o hacerlo por ellos.
9.No despreciar los objetivos que tienen, juzgando los mismos desde el prisma de un adulto.
10.Vivir orientado a unos valores: observar y expresar cuando vuestros hijos hacen algo por los demás.
11.Enumerar las cosas positivas en las que cree.
12.Referirse a las buenas acciones de nuestros hijos.
13.Fomentar la creatividad, dejando que experimenten.
Equipo de Psico2