LOS CELOS ENTRE HERMANOS, ESTE MES EN EL JARDÍ DE SANT GERVASI!

El príncipe destronado: Celos entre hermanos

Una de las dificultades que tienen que atravesar casi todos los padres que tienen más de un hijo es la rivalidad que aparece entre hermanos, lo que conocemos como celos. Es típica sobre todo en niños de 5 a 7 años, aunque puede aparecer ya desde pequeños o, incluso, ya entrada la adolescencia. Esta celosía aparece cuando uno de los hermanos, se siente «amenazado» a perder esa relación afectiva con su padre, madre, abuelo, etc. Y por qué ocurre? Pues las causas de este comportamiento pueden ser muchas y diversas: desde el nacimiento de un nuevo hermano, roles entre hermanos, tipo de familia, adopción de un nuevo hermano, el lugar que ocupa entre hermanos, etc. La aparición de este sentimiento produce una desestabilización de su imagen y va acompañada de una inseguridad personal. Los celos se puede expresar de muchas formas: desobediencia y conductas agresivas con los hermanos o padres, no querer jugar con sus hermanos, aparición de conductas más propias de un niño más pequeño (como hacer la pipa, jugar con juguetes de los más pequeños , hacerse pipi, hablar como un bebé, problemas con el sueño, aparición de miedos y ansiedades ya superadas), susceptibilidad exagerada, actitudes reivindicativas y resentimiento, lloriqueo desproporcionado, aparición de dificultades en los aprendizajes, envidia respecto a sus hermanos, etc. . Cuando aparece es importante que los padres afronten la situación de forma natural: aceptando el conflicto y entendiendo que forma parte de la vida y que acabará solucionándose. Aún así, podemos tener actitudes que pueden ayudarle a superar esta fase: la de no establecer comparaciones entre hermanos porque provocan rivalidades entre ellos. Es bueno atender de forma individual los nuestros y, en su caso, dar informaciones sobre la llegada del nuevo hermano. Es importante ofrecerles siempre afecto y sentimientos de seguridad y ayudarle a que adquiera autonomía. A la vez, también es importante evitar establecer privilegios entre hermanos, negar la existencia de los celos, culpar a un hermano siempre de todas las peleas que haya y es mejor no señalar de forma constante que uno de los hermanos se llevará mejor que el otro porque es el hermano mayor y el otro es más pequeño. Todas estas actitudes, y un poco de paciencia, ayudarán a que el niño supere esta etapa y pueda relacionarse con sus hermanos sin sentirse amenazado. Sin embargo, en caso de que aparezcan problemas preocupantes como consecuencia de los celos, no es malo consultar a un especialista para buscar ayuda psicológica al niño.